Aventura, descubrimiento, miedo, añoranza, exaltación, desazón, conocimiento de los demás … Las reacciones son variables, pero en general los niños disfrutan de las colonias, sobre todo si van algunos días en lugares distintos de donde residen habitualmente.
Algunos niños marchan por primera vez y deben afrontar el miedo de pasar una o dos noches fuera de casa; otros repetirán esta experiencia con mucha ilusión. En cualquiera de los casos, se trata de un «acontecimiento importante» para toda la familia que aporta «beneficios significativos» para el niño.
Debemos saber que hay campamentos para todos los gustos, en distinta localización (montaña, playa, pueblos) y ajustados a las aficiones de los niños. La duración media es de 10-15 días, lo que implica pasar varias jornadas (con sus noches) fuera de casa.
¿Hay una edad ideal para empezar a hacer colonias?
No se puede hablar de “edades idóneas”, aunque la edad que podrían empezar ir a los centros desde los tres a cuatro años, porque esto les ayuda a compartir ratos de recreo con compañeros de su edad.
En cuanto a las colonias de verano, dependiendo de la edad: Si dura una semana, una buena edad es a partir de los cinco o seis años. En cambio, si son algo mayores (10-11 años), probar con salidas de 15 días.
¿Que beneficios tienen para los niños?
Las colonias tiene grandes beneficios entre ellos el contacto con la naturaleza ,donde encuentran un espacio para satisfacer sus necesidades de aire limpio, silencio, espacio, movimiento, juego espontáneo, tacto y contacto con otros seres vivos. También es una actividad perfecta para desarrollar habilidades sociales, aprender a trabajar en grupo y a respetar el trabajo de los demás mientras cuidan el entorno donde se encuentran. Sirven para potenciar la imaginación, la creatividad, la comunicación, el ejercicio físico y la capacidad de relación. Los niños ganan en autonomía y fomentan la integración mediante la convivencia.
Además, pueden aprovechar la oportunidad para hacer actividades que no pueden llevar a cabo en otra época del año.
Mi hijo tiene miedo, ¿Qué hago?
Hay niños, pero, a los que ir a colonias les causa angustia y miedo por tener que separarse de los padres. Una manera de romper estos sentimientos y que el niño se muestre más receptivo, es que la actuación de los padres sea básica: El secreto es normalizar el miedo (» entiendo que te sientas así «) y ofrecer seguridad ante la situación (» confío en que te sentirás a gusto y lo pasarás bien «). Además, os recomiendo que recordeis cómo nos sentíamos al irnos de colonias. Por lo que,no es bueno que los niños vean que los padres estén tristes y angustiados ya que esta situación hará que el niño se angustie y se sienta culpable al irse.
Una vez el niño supere la frustración inicial y se adapte a la nueva circunstancia, los nuevos sentimientos se convertirán en una «inyección para su autoestima» y servirán para fortalecer su «tolerancia a la frustración».
¿Cómo elijo el campamento de verano?
Si estáis pensando en mandar a vuestros hijos a un campamento este verano, aquí hay algunos consejos para que elijáis el más adecuado para vuestro pequeño. Y es que son muchos los elementos que hay que tener en cuenta para que vosotros os quedéis tranquilos y vuestros hijos tengan una experiencia feliz e inolvidable.
Qué tener en cuenta a la hora de elegir:
- El lugar
En la playa, en la montaña, en la ciudad, cerca de nuestro lugar de veraneo, en una escuela… Es importante calcular las distancias, el tiempo de viaje o si hay familia cerca para poder acudir rápido en caso de necesidad.
- Su actividad principal
Hay campamentos de idiomas, de deportes, de ajedrez, de cocina, de música… y otros en los que se hace un poco de todo: cuidar animales, deportes o acampadas. Elegir el que mejor se adapte a los intereses de nuestros hijos será fundamental para conseguir una buena experiencia.
- Las instalaciones
Si puedes, ve en persona. Fíjate en que sean seguras, en que están en buen estado, adaptadas para niños, limpias… Al fin y al cabo, tus hijos van a pasar allí varios días y conviene cerciorarse de que estarán en un lugar seguro y agradable.
4.Duración
Intentad que la duración del campamento se ajuste a vuestros intereses y a los de vuestros hijos; no es lo mismo un campamento de quince días que uno de un mes.
- Precio
Antes de preguntar a tus hijos cuál prefieren, es mejor informarse del precio de todos para seleccionar los que se ajusten a vuestro presupuesto y a partir de ahí hacer la selección que presentaréis en casa para decidir entre todos cuál es el que mejor se adapta a vosotros.
6.Características especiales
Si tienes un hijo con alguna alergia alimentaria, alguna discapacidad o alguna característica especial, será bueno conocer el nivel de adaptación del campamento a estas realidades.
7.Contacto con los niños
Si las llamadas están muy restringidas, si tienen acceso a Internet, si pueden tener teléfono, si pueden recibir visitas, cada cuanto tiempo… Infórmate bien para luego no tener sorpresas.
- ¿Cumple la normativa?
Es importante saber si los monitores están titulados, si se cumple el ratio de niños por monitor, si las instalaciones tienen sus revisiones pasadas, si la comida es de catering o si se cocina allí, si están al día con los controles de Sanidad…
- Número de niños asistentes
Puede ser que, por el carácter de tus hijos, éstos se sientan más cómodos en un sitio pequeño, con mucho aire libre y sin muchos compañeros; o quizá busquen convivir con muchos niños de su edad y les apetezca un lugar más concurrido.
- Escucha a tu hijo
Puede que aún no se sienta preparado este año, puede que prefiera una opción diferente a la que tú propones, puede que quiera ir a un campamento de día y dormir en casa por la noche… Tener flexibilidad y poder adaptaros será básico para que la experiencia sea inolvidable.