Siendo el Comedor un servicio educativo, hay que comportarse de acuerdo con las más elementales normas de educación, responsabilidad y convivencia, de igual manera que en las clases.
El comedor es un contexto ideal para practicar la convivencia, las buenas formas y las actitudes de solidaridad y servicio a los otros. Además del fomento de hábitos higiénicos, de alimentación equilibrada y educación para la salud.
Las normas de funcionamiento del comedor escolar
El comedor escolar se debe valorar como servicio del centro, como un ofrecimiento que se hace a la comunidad educativa y del que nadie puede sentirse extraño, aunque no participe directamente. Así que todos los colectivos y órganos de la escuela lo deben sentir como propio.
Por lo que pretendemos que adquieran, además de conocimientos nuevos, habilidades y competencias sociales como el respeto, tanto al material, como a los compañeros y monitores, la interacción, la empatía, la comunicación, el aprendizaje de las normas….
Las actividades que realizaremos són:
- Lavarse las manos antes y después de comer.
- Lavarse los dientes después de comer.
- Transportar con cuidado servicios y alimentos.
- Utilizar los cubiertos y la servilleta con atención y medida.
- Masticar bien los alimentos, sin comer rápido.
- Concienciarse sobre la importancia de mantener el espacio del comedor limpio y ordenado con la finalidad de :
- crear un ambiente agradable para comer
- Valorar la importancia de ingerir alimentos de una dieta equilibrada.
- Colaborar en las tareas organizativas en el momento de comer.
Realmente el niño tiene la necesidad de conocer cómo funcionan las estructuras sociales para estar cómodo y desenvuelto en su entorno. Es una forma de darle seguridad, además de enseñarle a crear interés y respeto hacia los demás.
En definitiva, el seguimiento de estas normas aporta vocabulario y las pautas que el niño necesita para adquirir una capacidad de respuesta ante los demás, es una forma de orientar al niño en la estructura social.
Estas normas pueden empezar a ser aplicables a partir de los dos años y medio hasta los seis años, ya que el niño está en un periodo donde repite todo el comportamiento de los adultos y por eso es más susceptible para absorber las costumbres y modales propios de su cultura.
Por eso las lecciones de serán distintas según el ambiente cultural, las costumbres y tradiciones de cada núcleo familiar.
Podéis descargaros los carteles con normativa en este enlace.