Es una actividad que estimula la sensibilidad auditiva sirviéndose de los finos y ricos matices musicales de estas piezas de alta calidad. Éstos suponen realmente un estímulo no sólo para el oído, sino para la imaginación del niño, a través de cuya mano cobrarán vida historias y/o figuras desprendidas de la atmósfera musical, siempre filtradas por su propia subjetividad y por el ánimo con que llegue ese día a clase.
Te animo a pintar al ritmo de la música para estimular su imaginación y creatividad.